LA SAL EN LA CARNE
Cualquier persona utiliza la sal para potenciar el sabor de cualquier tipo de alimento, y en la carne no nos quedamos atrás, ya que refuerza su aroma y su sabor. Es muy importante saber utilizarla de manera adecuada y conocer las distintas variedades que se han puesto a día de hoy más a la moda.
Si hablamos según su procedencia o la forma de presentación, estaríamos refiriéndonos a la sal fina, sal gorda, escamas, cristales de sal… Cada una es correcta para un plato u otro.
La sal procede de la evaporación del agua del mar o, también, se puede recoger de minas de sal mediante la horadación de las rocas, a pesar de que sea más difícil de encontrar.
Lo cierto es que, aunque nos fijemos en la textura, es complicado diferenciar el sabor que tiene un tipo u otro de sal sobre la carne, pero la verdad es que el mercado ofrece sales de las más exóticas y variadas procedencias.
SAL GORDA
Es una sal de granos gruesos que se utiliza mayoritariamente para hornear las carnes y los pescados. Es muy típica para el chuletón a la sal o la carne a la parrilla, colocando una capa de sal gorda sobre la parte que no toca la parrilla. Esto se hace porque va absorbiendo la cantidad que es necesaria, por lo que se le retira el exceso de sal, se le da la vuelta y se repite el proceso.
SAL DEL HIMALAYA
Es una sal de tono rosada oriunda de Pakistán. Tiene un sabor más fuerte y un toque amargo, además de ser muy pura y cada día más popular, ya que los famosos chefs lo utilizan normalmente en las carnes a la brasa o para la decoración de los platos.
SAL MALDON
Es una sal que viene del estuario del río Blackwater en Essex, Inglaterra. Se caracteriza por presentarse en forma de escamas. Se usa mucho porque ofrece un toque único en los platos. En la carne se añade al momento, antes de servirla, debido a que le da un punto crujiente muy agradable y sabroso.

En Sánchez Roldán queremos que conozcas todo lo necesario para que la carne que te ofrecemos se disfrute al máximo.